El néctar es una solución en agua destilada de azúcares diversas, productos directos de la fotosíntisis.
El sol baña con sus rayos luminosas las flores y extiende sobre un metro cuadrado 600.000 calorías por hora. Las plantas evaporan en este lapso 275 gramos de agua utilizando unas 166.800 calorías disponibles. Al mismo tiempo, la clorofila verde ha tomado, del gas carbónico del aire, el carbono para incorporarlo al agua y formado cerca de un gramo de hidrato de carbono en forma de aldehído metílico: en esta forma ha consumido otras 4.000 calorías. Esto nos indica que el veje tal es capaz de utilizar aproximadamente el 28% de la energía total que recibe el sol.
El aldehído metílico es rapidamente polimerizado por ciertas ondas del espectro lumínico, posiblemente los rayos ultra violetas u otros más penetrantes, y en su traslado desde la hoja hasta los nectarios de la flor se transforma en sacarosa.
Esta sacarosa diluida, aromatizada por fragantes esencias provenientes de distintas glándulas florales anexas, es libada por las abejas, y al pasar por la boca de ésta recibe una pequeña porción de invertasa de los jugos salivares.
En el seno de las celdas, la sacarosa es desdoblada en levulosa y dextrosa, y el gran excedente de agua que contiene esta solución debe ser evaporado para reducir la humedad al 14-18 por ciento, así convierte en la fragante y dulce miel
No hay comentarios:
Publicar un comentario